Ricardo Afonso Cruz, fundador de Nação VerdeEn los mercados y ferias callejeras de Brasil, la práctica es más que común.El cliente elige el producto y la cantidad que quiere comprar, el comerciante calcula el precio según el peso y lo entrega en un paquete simple.Las ventas a granel no son nada nuevo cuando hablamos de alimentación, pero en el sector de la cosmética la propuesta sigue siendo poco habitual.“Había un vacío en el mercado local”, dice Patricio Gonçalves, director de Ducha Cosméticos.Especializada en accesorios para el baño, la empresa abrió sus puertas en 2003, pero se renovó el año pasado y cambió su enfoque para abrir franquicias de perfumes a granel.Gonçalves dice que la inspiración vino del mercado europeo: “Varios países han utilizado este formato de venta durante muchos años, y se ha intensificado desde el comienzo de la crisis financiera en el continente”.Sus tiendas cuentan con una vitrina con 75 colonias, masculinas y femeninas, almacenadas en dosificadores especiales.Se trata de botellas con pico dosificador, que se colocan boca abajo sobre soportes instalados en la pared o en un mostrador, siempre a la vista del cliente, que elige y embotella su fragancia favorita en el acto.“Es una forma de que el consumidor adquiera un producto de calidad, ya sea para el perfume en bolsa o incluso para el frasco de 100ml, a un precio muy competitivo”, dice Gonçalves.Los ahorros provienen de la reducción de los costos operativos del comercio fraccionado.Las pérdidas son menores, al igual que las inversiones en stock, embotellado y envasado.Ducha, por ejemplo, estandarizó la venta de sus colonias a un solo tipo de botella, en las opciones de 50ml o 100ml.Lush, marca británica que fue una de las pioneras en ofrecer jabones en barra a granel, es una defensora del “producto desnudo”, sin ningún tipo de envase, que tiene un impacto mucho menor en el medio ambiente.Cuando es necesario, si el cliente no trae su propio envase de casa, el cosmético se entrega en un simple envoltorio de papel, 100% reciclado y reciclable.En Brasil, una resolución de Anvisa de 2005 reguló la división de productos de higiene personal, perfumes y cosméticos para la venta directa al consumidor.Con el objetivo de garantizar la calidad y seguridad de los productos, sólo permite la venta a granel de perfumes y productos similares, jabones, sales de baño, champús y acondicionadores para uso de adultos, y prohíbe la reutilización de los envases.“Una actualización de la legislación sería importante para modernizar el sector y hacer que Brasil sea más competitivo con relación a otros países”, dice Ricardo Afonso Cruz, quien en 2010 abrió Nação Verde, una franquicia de cosméticos, alimentos y suplementos orgánicos y naturales.Actualmente solo tiene un producto de belleza a granel en su catálogo, el jabón en barra, pero está estudiando otras posibilidades.“Creo que las regulaciones actuales son dañinas para la sociedad brasileña”, dice.Cruz apoya el fraccionamiento de cosméticos y la reutilización de envases a favor de productos más accesibles al consumidor y menos dañinos para el planeta.“Entiendo que hay que proponer una nueva legislación, pero con la participación del sector productivo, y no solo de intelectuales académicos y políticos”, dice.Patricio Gonçalves coincide: “si no existiera esta condición y pudiéramos envasar las colonias en botellas reutilizadas, como ocurre en cualquier parte del mundo, estaríamos hablando de ahorros de más del 10% del precio final”.La primera edición pospandemia del salón Cosmoprof Worldwide Bologna registró excelentes resultados, reuniendo,...