El actor celebra con nosotros los 25 años de esta icónica fragancia. Y lo hace mostrándose tal como es: auténtico, masculino, sincero, inolvidable. Como su perfume.

Su talento no tiene límites, como el océano. Su talante, tampoco: vital, delicado, bravo, infinito. Por eso Jaime Lorente es la piel y la cara de una fragancia icónica, Acqua di Giò, capaz de conciliar en su esencia el frescor y la fuerza. Y con él hemos querido celebrar los 25 años de este perfume, que atrapa en su aroma el alma del mar, el carácter mediterráneo, el poder de las olas, la luz y el aire.

Revolucionarios ambos -el perfume y el actor-, poderosos, inolvidables... vuelven a darse la mano para invitarnos a buscar ese espacio en el que hallarse a uno mismo. Ese lugar, físico o espiritual, en el que mirarse por dentro. En el que recargarse y conectar con la verdadera esencia: luz, agua... ¡Libertad!

Porque Acqua di Giò es pura naturaleza, un perfume cargado de futuro: eco-concebido y con una fórmula de origen sostenible. ¿Más? Es recargable: frascos diseñados para durar siempre y para que la botella de recarga se adhiera sin boquilla. Mandarina, geranio... notas florales y amaderadas envueltas sutilmente en la fuerza del mar y presentadas en un formato que promete futuro y se compromete con él. Porque cuidar la naturaleza es cuidar la propia esencia de Acqua di Giò.

"Acqua di Giò... ¿qué es para mí? Es la esencia que me hace conectar con la naturaleza, con lo más profundo". Así empieza Jaime Lorente su reflexión sobre lo que este perfume significa para él. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

La fragancia del hombre mediterráneo

Me encanta. Además tuve la oportunidad de conocerlo en Pantelaria y fue impresionante. Allí entendí porqué la fragancia es tan buena. Él es increíble, un encanto. Y, honestamente, es un verdadero orgullo que sea también parte de nuestra vida.

No sé. Sentí una conexión con la tierra y el mar brutal. Creo que encierra muy bien la esencia de Pantelaria.

Estoy superdeacuerdo. El Mediterráneo también habla mucho de nuestras costumbres. Es una fragancia de hombre y creo que representa a la perfección cómo somos los hombres mediterráneos.

El mar Mediterráneo para mí es hogar. Es donde he nacido, donde he pasado toda mi infancia y donde vuelvo cada vez que necesito re-conectar con mi propia esencia.

Me parece un regalo, de verdad. Me siento tan identificado al 100 % en todo lo que hace la marca. De hecho, es un honor que mi imagen forme parte de la historia de Acqua di Giò de Giorgio Armani.

"Esta fragancia posee una esencia que se distingue por su elegancia" (Giorgio Armani)

El concepto del hombre Armani es algo que siempre ha estado presente en mi imaginario. No solo por lo que supuso para la moda de la década de los 90, cuando yo nací, sino porque es verdad que mi padre ha utilizado siempre Acqua di Giò. Así que mi recuerdo pertenece a verla en los cajones de mi padre, no en los anuncios.

Yo creo que con el infinito, que es lo más inaccesible. Soy un gran perseguidor de cosas que, muchas veces, no logro alcanzar. Creo que el hecho de querer conseguir cosas es el reto. Ahí esta la gasolina de la vida.

Con mi hija. Cuando veo a mi hija es cuando soy consciente de la responsabilidad que tengo para que ella sea feliz y para que viva con libertad. Me repito mucho lo de "mi hija va a ser libre a pesar de mí". No tiene culpa de mis miedos.

Pienso que no que estoy en un lugar equivocado, pero que tampoco soy un ejemplo típico de éxito, ¿sabes? Es decir, no me suelo sentir muy cómodo en los lugares donde la gente de éxito se siente supercómoda.

Para mí, dormir tranquilo y contar algo específico. Siempre digo que yo me dedico a actuar porque debo tener una herida por ahí con el arte que intento sanar un poco. Pero sí que es verdad que, desde el punto de vista de actor, amo la interpretación. Tengo el mejor oficio del mundo y la profesión más horrible del universo. Es un oficio precioso. Pero en mi caso, además, estoy rodeado de verdad.