Coleccionar botellas de perfumes, la pasión de Ruth

2022-08-12 10:18:58 By : Ms. Laura Song

Ruth Elizabeth Pacheco tiene 38 años y vive en barrio Jardín. Ella trabaja como empelada de comercio, cuida a una persona mayor y sueña con ser abogada.

Mientras tanto, es una verdadera apasionada del coleccionismo y en su caso, de las botellas de perfumes. Son más de 650 los frascos de todo tipo de forma, tamaño, marca y fragancia que tiene celosamente resguardados en la casa de su mamá, aunque reconoce que tiene otro tanto en su casa particular.

Fan de las botellas de perfume, Ruth las cuida y conserva como un gran tesoro personal. 

"Tengo más de seiscientos frascos de perfumes en mi colección. Hace poco me mudé y moverlas a todas podía correr peligro que se rompan", dijo Ruth Pacheco.

Es tan cuidadosa y meticulosa, que la limpieza de le lleva al menos cuatro horas por repisa y son más de tres. "Todas están prolijamente ordenadas en repisas y cada dos meses limpios uno por uno los envases".

Entre los que tiene, que hay de todas las épocas, algunas le gustan más que otras pero a Ruth le apasionan los envases, sea del perfume que sea. "Hay una que me encanta que es la fragancia Good Girl de Carolina Herrera. Me regalaron el perfume mis amigas para mi cumpleaños".

A todas las botellas, Ruth le tiene un cariño especial "porque recuerdo quien me las regaló y las cuido mucho. También hay perfumes de algunos ex que colaboraron con esta causa", bromeó la mujer.

Con forma de auto, de biblioteca, de zapato, de lo que sea. La forma hace al perfume y más a la pasión coleccionista de Ruth. "Es lo primero a lo que le pongo atención y tengo de todas las formas. Me compré perfumes por el frasco y no por las fragancias de hecho, mis sobrinas los usan y después me los devuelven para mi colección".

Ruth tiene alrededor de 650 envases de perfumes que colecciona y atesora. Además, tiene otras botellas de bebidas extrañas que vale la pena guardar. 

Antes de comenzar la colección de botellas de perfumes, Ruth comenzó con las de vino en todas sus formas y tamaño a los 18 años de edad. "Empecé con la colección de botellas de vino raras, también de wiski que son cuadradas, triangulares o con formas como una de Mistella que asemeja a un racimo de uvas".

"Mi hermano era coleccionista de billetes antiguos y monedas y un poco me contagio, pero debo decir que mi espíritu de coleccionar cosas empezó con los papeles de carta hasta que me apasionaron las formas de las botellas".

No todos son perfumes. Una botella de Mistela digna de admirar por su arte.

Al tiempo de empezar con las botellas de bebida, le ofrecieron las de perfume y ahí se transformó su búsqueda. "Una mujer me trajo los primeros envases con forma y ahí empecé. La repisa que tenía se estaba venciendo y entonces me quedé con las botellas de vino más lindas de vino y perfume, pero poco a poco fui pidiendo a todos que me den sus botellitas de perfume. Así fui armando mi colección".

Un lugar aparte también tiene los llaveros, que suman unos 300 pero es una colección más íntima que está resguardada. La verdadera pasión está puesta en los frascos de perfumes".

  "La colección de perfume tiene un valor muy grande. Que una persona me regale una botella que pone muy feliz, tiene gran importancia. Todas las que me regalen son bienvenidas. Me pone muy feliz", concluyó.

Ruth Elizabeth Pacheco tiene 38 años y vive en barrio Jardín. Ella trabaja como empelada de comercio, cuida a una persona mayor y sueña con ser abogada.

Mientras tanto, es una verdadera apasionada del coleccionismo y en su caso, de las botellas de perfumes. Son más de 650 los frascos de todo tipo de forma, tamaño, marca y fragancia que tiene celosamente resguardados en la casa de su mamá, aunque reconoce que tiene otro tanto en su casa particular.

Fan de las botellas de perfume, Ruth las cuida y conserva como un gran tesoro personal. 

"Tengo más de seiscientos frascos de perfumes en mi colección. Hace poco me mudé y moverlas a todas podía correr peligro que se rompan", dijo Ruth Pacheco.

Es tan cuidadosa y meticulosa, que la limpieza de le lleva al menos cuatro horas por repisa y son más de tres. "Todas están prolijamente ordenadas en repisas y cada dos meses limpios uno por uno los envases".

Entre los que tiene, que hay de todas las épocas, algunas le gustan más que otras pero a Ruth le apasionan los envases, sea del perfume que sea. "Hay una que me encanta que es la fragancia Good Girl de Carolina Herrera. Me regalaron el perfume mis amigas para mi cumpleaños".

A todas las botellas, Ruth le tiene un cariño especial "porque recuerdo quien me las regaló y las cuido mucho. También hay perfumes de algunos ex que colaboraron con esta causa", bromeó la mujer.

Con forma de auto, de biblioteca, de zapato, de lo que sea. La forma hace al perfume y más a la pasión coleccionista de Ruth. "Es lo primero a lo que le pongo atención y tengo de todas las formas. Me compré perfumes por el frasco y no por las fragancias de hecho, mis sobrinas los usan y después me los devuelven para mi colección".

Ruth tiene alrededor de 650 envases de perfumes que colecciona y atesora. Además, tiene otras botellas de bebidas extrañas que vale la pena guardar. 

Antes de comenzar la colección de botellas de perfumes, Ruth comenzó con las de vino en todas sus formas y tamaño a los 18 años de edad. "Empecé con la colección de botellas de vino raras, también de wiski que son cuadradas, triangulares o con formas como una de Mistella que asemeja a un racimo de uvas".

"Mi hermano era coleccionista de billetes antiguos y monedas y un poco me contagio, pero debo decir que mi espíritu de coleccionar cosas empezó con los papeles de carta hasta que me apasionaron las formas de las botellas".

No todos son perfumes. Una botella de Mistela digna de admirar por su arte.

Al tiempo de empezar con las botellas de bebida, le ofrecieron las de perfume y ahí se transformó su búsqueda. "Una mujer me trajo los primeros envases con forma y ahí empecé. La repisa que tenía se estaba venciendo y entonces me quedé con las botellas de vino más lindas de vino y perfume, pero poco a poco fui pidiendo a todos que me den sus botellitas de perfume. Así fui armando mi colección".

Un lugar aparte también tiene los llaveros, que suman unos 300 pero es una colección más íntima que está resguardada. La verdadera pasión está puesta en los frascos de perfumes".

  "La colección de perfume tiene un valor muy grande. Que una persona me regale una botella que pone muy feliz, tiene gran importancia. Todas las que me regalen son bienvenidas. Me pone muy feliz", concluyó.