Anís del Mono: el licor que se coló en salas de arte y en el debate de la Teoría de la Evolución

2022-08-12 10:15:41 By : Ms. Shara Kuang

Los carteles que concibió Ramon Casas para Anís del Mono en 1898 

Ese pequeño mono americano que desembarcó en Badalona en el siglo XIX poco sabía que lo acabarían conociendo de extremo a extremo del globo. Pero ya lleva 150 años siendo el icono de uno de los licores más populares de este país y no parece que lo vayan a jubilar. La historia del Anís del Mono podría protagonizar una película, y no solo por el animal que le dio nombre -fue un regalo de negocios que le hicieron a Vicente Bosch-, sino por las numerosas anécdotas que ha reunido desde que se fundó la empresa.

Josep y Vicente Bosch empezaron a comercializar este licor en 1870. No fue una rareza que usaran a un animal como emblema, ya que muchas empresas de la época lo hacían, pero ocultaron un mensaje -algo críptico- en ese dibujo central de la etiqueta: el rostro del mono se asemeja mucho al de Charles Darwin, padre de la Teoría de la Evolución.

Algunos sostienen que los Bosch no estaban de acuerdo con las teorías del famoso científico, y por ello lo caricaturizaron. No sería la primera vez, ya que desde la publicación de El origen de las especies (1859) Darwin fue objeto de burla de humoristas e ilustradores. Una de las caricaturas más populares fue la de la revista Hornet, que lo retrató con cuerpo de mono, pero sin prescindir de su característica barba. 

Otros dicen que los Bosch usaron la imagen de Darwin con la ironía de que era "las más evolucionada", lo que podría explicar por qué el mono sustenta un papel en el que pone “Es el mejor. La Ciencia lo dijo y yo no miento”. Sin duda fue un guiño al debate de aquella época sobre la Teoría de la Evolución, pero si había una intención, los Bosch no la revelaron.

Tampoco tiene explicación que la etiqueta presente una errata que nunca se ha llegado a corregir: justo encima del escudo que corona al mono, se puede ver como la palabra destilación se ha escrito con una 'l' de más.

Botellas de Anís del Mono 

El diseño de la botella oculta otra anécdota. Mientras Vicente Bosch se hallaba buscando un regalo para su mujer en la plaza Vendôme de París, se topó con un frasco de perfume de corte adiamantado que le pareció el obsequio perfecto y en el que se inspiró para el envase de su licor. Ese diseño fue el origen del nombre popular que se le dio al anís, "Diamante de Badalona", y muchas empresas lo intentaron copiar. 

Más adelante, ese característico relieve le dio una nueva función a la botella, en la que algunos vieron un instrumento musical. Rascar el recipiente mientras se cantan villancicos se convirtió en una tradición navideña en las casas en las que se consumía este licor. De hecho, la empresa incluso lanzó una app móvil para poder rascar la botella de Anís del Mono de forma virtual.

'Mono y mona', el cartel que presentó Ramon Casas en el certamen organizado por Bosch, y que le valió el primer puesto 

En 1897, Vicente Bosch convocó el primer concurso de carteles de España -cuyas bases se publicaron en este mismo periódico-, que ganó el pintor modernista Ramón Casas con el cartel Mona y mono. El segundo puesto fue para Alexandre de Riquer, y el tercero recayó en manos de Roig i Valentí. El éxito del certamen fue rotundo para Casas, que se situó a la cabeza del cartelismo catalán y español. Así se refirió el crítico de arte Santos Torroella a este hecho: "Grande fue el éxito obtenido entonces por Casas, que si no se llevó todos los premios con los restantes carteles por él enviados, debió ser para que todo quedase en amigable distribución que contentase a los demás”. 

En el cartel aparece una figura femenina, bautizada como Manola, que desprende una gran sensualidad y que coge de la mano a un mono que sujeta una botella de anís con actitud beoda. La obra fue considerada muy atrevida para la época, y también tuvo sus detractores. Cabe decir que en el bestiario medieval este animal se consideraba símbolo de los bajos instintos, de la sensualidad y de la lujuria, y que el mantón de Manila que luce la mujer, o más bien cómo lo lleva puesto, recuerda a las prostitutas de la época. 

El cartel que Alexandre de Riquer presentó en el certamen 

Los 162 carteles que se presentaron al concurso, en su mayoría de artistas catalanes, se exhibieron en la Sala Parés de Barcelona durante ocho días, y unos años más tarde se estamparon tarjetas postales para rememorar los ocho premios entregados.

La competición convirtió al fundador de este licor en uno de los grandes impulsores del cartelismo y la publicidad de la época. De Bosch también se dice que fue el primero en introducir un cartel  publicitario luminoso en España, concretamente, en la madrileña Plaza de Sol, en 1913. Pero La Vanguardia publicó su esquela el día 14 de marzo de 1907, de modo que el dato es cuestionable. 

Esquela de Vicente Bosch en 'La Vanguardia' 

La relación con el arte de este licor no termina en su publicidad. La fábrica de Anís del Mono en Badalona es una joya modernista que se ha conservado por su valor artístico y patrimonial. Esta todavía conserva la antigua sala de destilación, y se puede visitar para conocer el proceso de fabricación del anís y de otros licores que se elaboran allí, como las Aromas de Montserrat. 

Asimismo, en 2012 el paseo marítimo de Badalona acogió a un nuevo residente: un mono de 200 kilos esculpido en bronce. Y ahí sigue ese primate casi tan conocido como el queridísimo y también catalán Floquet de Neu. 

Botella de edición limitada del 150 Aniversario 

Con motivo del 150 aniversario, la marca ha lanzado una edición limitada de 3.000 botellas que recrea la receta original de Anís del Mono de 1870 y cuyo envase se inspira en la arquitectura modernista del siglo XIX. 

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