ILUMINACION DE OBJETOS EN ESTUDIO Apunte de la cátedra Diseño Fotográfico IV - Profesor Ricardo Wauters
Nos referiremos especificamente en este artículo a la llamada “table top” o fotografía de mesa, con objetos de tamaño relativamente pequeño.
Para empezar a hablar de iluminación, quisiera, antes que nada, hacer una diferenciación, a modo de declaración de principios, entre los términos alumbrar de iluminar.
Alumbrar es llevar luz hasta un objeto, sujeto o escena, para permitir verlo o simplemente registrar su imagen en algún soporte fotosensible. Iluminar, en cambio, supone un proceso reflexivo para diseñar la forma en que haremos que las fuentes de luz empleadas incidan en el objeto en cuestión y su entorno, respondiendo a una idea preconcebida de cómo debe ser la imagen resultante.
Podemos empezar diciendo que siempre hay que encarar el diseño de la iluminación de acuerdo a las características morfológicas del objeto: su forma, textura, color, transparencia, opacidad, etc.
Por lo tanto será distinto el planteo si se ha de iluminar un objeto muy simple, por ejemplo una caja o envase de material opaco no brillante, de otro que sea de cristal o plástico transparente o translúcido, u otro que sea de metal brillante, o una mezcla de varios de ellos en una misma escena. Y observar a su vez también cómo se relacionan estos objeto con el fondo o la base sobre la que estén colocados. Todas estas tomas fueron realizadas en estudio, aunque en algún caso se trate de darle un look natural, por lo cual tenemos siempre el control total de todos los aspectos referentes a encuadre, composición, exposición, etc.
El tema es muy extenso y sería imposible describir las infinitas posibilidades y combinaciones, asi que nos centraremos en cuatro ejes básicos, que llamaremos: a.- Objetos simples. Ejemplo: envase de cartón, madera sin lustrar, plástico opaco, etc. b.- Objetos transparentes o translúcidos. Ejemplo: cristalería, perfumes, bebidas, etc. c.- Objetos de vidrio no transparentes. Ejemplo: Botella de vino tinto u otro contenido oscuro. d.- Objetos metálicos brillantes. Ejemplo: Joyería, platería, acero inoxidable, etc.
Este es al caso mas sencillo de iluminar ya que no plantea grandes dificultades por brillos a controlar. Solo habrá que observar la forma y textura de su superficie para elegir calidad y dirección de la luz que mejor destaque esas cualidades. Pero resultará casi lo mismo usar una caja difusora oun paraguas blanco ya que la fuente de luz no será reflejada por el objeto. Nos debe guiar el carácter que deseamos imprimirle a la imagen.
Hay una regla general que dice: a escenas complejas (muy ricas en formas y texturas), luces sencillas (luz plana, suave y difusa), esto en general funciona, asi que con una caja difusora cenital y/o otra caja lateral (o un paraguas) para enfatizar volúmenes será suficiente para iluminar unobjeto o grupo de objetos, solos o ambientados, tipo naturaleza muerta. Agregaremos algún accesorio concentrador si necesitamos una luz más selectiva en algún área en particular. Controlar luego las sombras en el fondo y la propia iluminación de éste si fuese necesario.
Nunca está de más el empleo de pantallas blancas, plateadas o espejos para dirigir luz rebotada a algún sector donde necesitemos abrir las sombras.
b.- Objetos transparentes o translúcidos: Aquí la cosa empieza a complicarse ya que los objetos transparentes, translucidos, sin color o coloreados deben iluminarse a contraluz o colocar alguna superficie reflectante recortada a medida por detrás de los mismos para que la luz al pasar a su través revele su transparencia y color.
Luego, con tapones opacos ir limitando, concentrando o dirigiendo la luz hasta encontrar el efecto que mejor realce las cualidades del objeto, si es liso, facetado o con detalles determinados. Conviene siempre que la luz llegue suave y envolvente para no producir brillos puntuales.
Si el objeto tuviera algún elemento opaco, como por ejemplo una etiqueta, está deberá iluminarse desde adelante, lateralmente, con una fuente de luz adecuada, ya que la luz principal (contraluz en este caso), la dejará negra o muy oscura desde el punto de vista de la cámara.
El fondo ideal para este tipo de objetos es lo que se llama “mesa de producto” de acrílico blanco translúcido, para poder iluminar desde atrás, y si no disponemos de una, armar el fondo en dos planos, uno horizontal de apoyo y otro vertical, atrás, que funcione como fondo, ambos de un material que permita el paso de la luz y al mismo tiempo la difunda. Obviamente, el que funcione como base horizontal debe tener suficiente rigidez para que no se hunda por el peso del objeto. Según el punto de vista de la cámara puede bastar solo con el plano horizontal, por ejemplo si la cámara está colocada bastante picada y no llega a verse el final de ese plano.
La exposición puede medirse de diversas formas: una, la más precisa, si disponemos de un spotmeter o fotómetro con medición puntual, es aplicar la técnica de zonas, medir en un sector determinado y “colocar” ese valor en la “zona” que elijamos. Si no contamos con ese instrumento puede tomarse una lectura con un fotómetro común (con calota puesta), pegado a la fuente de luz de atrás en su punto más intenso (que será blanco en la imagen) y exponer a ese valor. Sinó, podemos medir luz reflejada desde cámara (aunque lamentablemente, si estamos usando un equipo de flash ésta última opción no es posible ya que los fotómetros de cámara no miden luz de flash).
c.- Objetos de vidrio oscuros:
En el caso de botellas, o envases en general que contengan líquidos translúcidos pueden aplicarse las técnicas vistas en el punto anterior. En el caso de una botella de vino tinto por ejemplo, que lleve al frente una etiqueta o no, debe considerarse como un cuerpo oscuro y brillante, y debe iluminarse con una fuente de luz lateral, para generar volúmen cilíndrico en la botella, esto se define también en la etiqueta, teniendo especial cuidado con las ilustraciones y/o tipografía que ésta contenga. La fuente de luz debe ser preferentemente una caja difusora que entregue una luz plana, difusa, de bordes definidos y tamaño mayor que la, o las botellas, para que dibuje una franja de brillo bien recortada y que ésta abarque la máxima extensión posible en la botella.
Generalmente debe usarse un relleno en el lado opuesto, que puede ser, otra caja de igual tamaño pero a menos potencia, o una pantalla reflectora blanca. Las luces puntuales no iluminan practicamente este tipo de objetos, solo producen un reflejo, también puntual, muy intenso, en alguna parte del mismo. Para observar esto bastará con mirar una botella iluminada por el sol, veremos que el sol (fuente de luz puntual si las hay) produce un brillo deslumbrante en un punto, pero el resto del cuerpo de la botella es iluminado por la luz que refleja su entorno ya que podremos ver en ella la imagen espejada de todo, incluídos nosotros, si la estamos sosteniendo.
Volviendo a la toma en estudio, hay que observar detenidamente toda la superficie visible de la botella en busca de reflejos indeseados ocasionados por elementos que se encuentren en el set, como ser trípode, cámara, pantallas, y hasta el mismo fotógrafo, asistente o cualquier otra persona o cosa, que se encuentre próxima, ya que la botella actúa, como ya se dijo, como un espejo parabólico que refleja todo lo que está a su alrededor.
Habrá que minimizar esto enmascarando cuidadosamente con tela o cartones negros (tapones), todo que deseamos ocultar. Es conveniente colocar alguna luz de contra para producir cierto espacio de transparencia en el vino, lo cual dará más vida a la imagen y aportará un dato más sobre el color del producto.
Cuando la botella se acompañe de una copa con vino, como generalmente se muestra, la iluminación se torna algo más compleja, aunque podemos aplicar los mismos elementos y cuidados.
Cuando la toma requiere ambientación con elementos en torno a la botella y copa y un fondo determinado, generalmente es necesario incluír una fuente de luz cenital, para iluminar esos objetos desde arriba, según la escena demande, e iluminar el fondo separadamente. La fotometría es la aplicada normalmente en un retrato, en definitiva esto no es más que un retrato de una botella, procedemos como ya sabemos para determinar el contraste y el f de cámara.
Demás está decir que previo al disparo hay que cerciorarse que los “modelos” , botella, copa y otros elementos, estén perfectamente libres de polvillo, pelusas y marcas, que nos arruinarían la toma, después de tanto esfuerzo. O por lo menos exigirá más tiempo en la posproducción digital.
d.- Objetos metálicos brillantes:
En el caso de metales, se aplican las mismas consideraciones del caso anterior, aunque en estos casos, si bien no tenemos transparencias, nos encontramos ante verdaderos espejos y, generalmente no planos, sinó de formas concavas y convexas, lo que hace mucho más complicado el control de luces, sombras y reflejos.
Por lo tanto es necesario virtualmente envolver estos objetos con fuentes de luz de grandes superficies (cajas difusoras grandes), pantallas reflectantes y zonas ciegas (tapones negros).
Es conveniente efectuar la lectura de la exposición midiendo luz incidente promedio desde el objeto, con la calota dirijida hacia cámara, y, de ser posible tomar un preview digital para ajustar detalles.
Todos estos objetos de distintas superficies y características que hemos analizado puntualmente como diferentes paradigmas, muchas veces podemos encontrarlos mezclados en una determinada escena, o acompañados de una presencia humana (Producto con modelo).
Alli deberemos aplicar con criterio todas estas técnicas y definir previamente cual va a ser el camino para diseñar la iluminación, según cada caso en particular.
Texto y fotos © Ricardo Wauters 2011
Ricardo Wauters es fotógrafo profesional independiente desde 1984 y docente de fotografía avanzada desde 1998 en instituciones como FADU-UBA, Universidad de Palermo DC, Universidad Maimónides, Nueva Escuela DC, Talleres y Seminarios particulares. Web site: www.wauters.com.ar Blog: www.wautersfotografo.blogspot.com.ar E-mail: ricardo@wauters.com.ar
b. Objetos transparentes o translúcidos
c. Objetos de vidrio oscuros
d. Objetos metálicos brillantes