Para descubrir terrenos inexplorados no hace falta emprender viajes a destinos exóticos. Basta con decirle sí a algunas de las aventureras bebidas espirituosas que nos llaman desde las barras. Acá te las presentamos.

Todos conocemos más o menos el catálogo de bebidas alcohólicas que pueden encontrarse usualmente en cualquier bar o en un estante casero bien nutrido. Sin embargo, destiladores y destiladoras a veces deciden volar fuera del radar para cumplir algún que otro capricho aventurero. Es allí cuando la cosa se pone un poco extraña… y obviamente más divertida.

Ajustate el cinturón que vamos a visitar los nuevos destilados raros.

Gin añejado en barrica

Luego de ser parte del puntapié inicial del boom del gin argentino con su Buenos Aires Gin, los hermanos Franco y Bruno Moretti comenzaron a ampliar el negocio. Hace ya casi cuatro años, sumaron a su portfolio el gin añejado Caporale, bautizado así en honor a la mascota de Franco: un perrito Jack Russell que terminó inmortalizado en la etiqueta. 

“Dado el perfil complejo y equilibrado de Buenos Aires Gin, que se puede disfrutar puro, asumimos que dándole un tiempo en barrica el resultado iba a ser aún más sofisticado. Un verdadero gin para una situación más asociada al whisky”, cuentan los hermanos sobre el nacimiento del producto.

Los Moretti no se lo tomaron para nada a la ligera, porque le destinaron dos años de ensayo y error. La primera sorpresa fue que el resultado no fue para nada lineal: si pensaban que el sabor iba a derivar de la suma directa de gin y roble, pues no. Caporale terminó siendo (por suerte) bastante más complejo. 

“En la interacción de los componentes aromáticos originales aportados por los botánicos previo a la destilación con los que aporta la barrica, más la oxigenación y el tiempo, se generan terceros compuestos. Todo produce esa calidez especial que invita a beberlo puro, o bien en coctelería clásica como Old Fashioned y Negroni”, describen. 

Vodka ahumado y con trufas

Los hermanos Cristian, Gastón y Gabriel Williams llevan adelante Andina Compañía Destilera  desde 2014 con base en Las Compuertas, Mendoza. Gin, ginebra y whisky forman parte de su repertorio, pero es con el vodka con el que decidieron ponerse raros. 

“Dentro de nuestra familia de vodkas, tenemos dos líneas: una es Antártica, que es un vodka clásico blend de centeno y trigo, con paso por filtro de roca volcánica, carbón activado y cuarzo. Nuestra otra línea de vodkas más disruptivos es Narciso Negro, representada por Lucifer, el ser más oscuro de los iluminados. En esa línea, nuestros vodkas son los más ‘sucios’ de los puros”, explican los Williams. 

Concretamente, Narciso Negro incluye un vodka ahumado con turba traída desde Tierra del Fuego, otro con trufa negra y un tercero con blend de papas andinas. La turba es un material orgánico formado por la descomposición vegetal que se usa como parte esencial del secado de la malta en el whisky escocés, mientras que la trufa negra es un hongo comestible de sabor potente, muy apreciado en gastronomía. 

“Toda nuestra línea de vodkas se trabaja desde el inicio, con la plantación de los granos. Este es un gran diferencial a la hora de apostar a elaborar productos de alta gama”, agregan los Williams. “Los granos cosechados -continúan- se maltean en nuestra maltería. Luego, se cocinan, se fermentan y ese fermentado se destila 33 veces para obtener un producto único, puro y sedoso”. 

Así como Superman no es un pájaro ni un avión, los creadores de Savage subrayan una y otra vez que no es gin ni es vodka. La bebida, ideada por Gastón Abramoff -quien supo trabajar en el gigante del rubro, AB Inbev-, tiene como punto de partida alcohol de cereal cuatro veces destilado e infusionado con frutas y verduras a través del sistema de torre de vapor. 

“En el caso del gin, es esencial que tenga bayas de enebro. El vodka requiere de una graduación alcohólica de al menos 40 puntos, entre algunas de sus características.

Savage tiene una graduación alcohólica de 29 grados y no hay precedentes de bebidas de este estilo. Es un producto 100% disruptivo, pensado para los que buscan disfrutar de nuevos sabores”, asegura Abramoff. 

“Creemos que en un mercado sumamente competitivo como este no había tanta innovación como en otros segmentos. Por eso fundamos Awesome Beverage, una compañía que se dedica a crear sabores y experiencias nuevas para el consumidor”, agrega. 

Savage es baja en azúcares -tiene menos que una copa de vino-, y salió al mercado en tres variedades: Limón y jengibre, Pomelo y romero, y Pepino y menta. Su graduación alcohólica -bastante más baja que la usual en las espirituosas- la pone más del lado de los aperitivos, y se aconseja tomarla con hielo y tónica. 

La florería en el gin

Después de casi dos décadas viviendo en Buenos Aires y trabajando en el mundo bancario, Taté Moretti decidió volver a su Neuquén natal para dedicarse a destilar. Su primer producto fue el vodka Noctua, y cuando agregó el gin a su catálogo lo hizo con una inspiración puntual: su hija Gina.

“Cuando empecé a pensar en hacer gin ya sabía qué nombre iba a llevar. Y no podía ser un gin más: tenía que ser único porque lleva el peso del nombre de una mujer. Quería un gin de flores, quería que al destapar una botella se percibiera un perfume”, explica. 

Así, Gina Patagonian Dry Gin lleva pétalos de rosa, jazmín, manzanilla, azahar, lavanda y flores de saúco, redondeando un perfil al mismo tiempo intenso y delicado, con un carácter sedoso, y aportes aromáticos de pomelo y pimienta. 

“El gin más tradicional es el que conocemos hace años, más semejante a un London Dry Gin, incluso muchos recuerdan a la ginebra. Gina se diferencia en su receta, que le otorga un perfil perfumado desde que se destapa la botella”, subraya Taté. 

Y si la idea era pisar fuerte, aprobó el examen con nota alta: en el 2020, el gin se llevó el máximo galardón en la categoría World’s Best Signature Botanical en los World Gin Awards de Londres, Inglaterra.

  Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años.

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