Inspirada en el mundo divino y con la fuerza y la belleza como conceptos clave, la nueva fragancia Olympéa de Paco Rabanne está creada para empoderarnos y elevarnos al siguiente nivel. Sencillamente, es demasiado irresistible.

¿A qué huelen las diosas? Si tuviéramos ocasión de subir al Olimpo por unas horas y pasear entre las nubes para comprobarlo, seguro que el aroma que se respiraría en el ambiente nos evocaría, sobre todo, luz. Esta fragancia sería perfecta para las noches en las que nos apetece empoderarnos al máximo y, gracias a Olympéa Solar, lo nuevo de Paco Rabanne, podremos emanar este radiante y luminoso perfume.

En pleno 2022, el diseñador ha querido reinventar la mítica fragancia que presentó por primera vez en 2015, que personificaba su idea de la feminidad contemporánea, enlazada al mito del deporte. Esta vez, la ha reimaginado para una nueva generación con dos conceptos clave: fuerza y belleza. Para él, Olympéa es sinónimo de la audacia, seguridad y confianza que guían a los deportistas que, de nuevo, vuelven a ser fuente de inspiración de este perfume, pero desde una perspectiva más contemporánea e inclusiva, para los espíritus más atrevidos. "Si exprimimos las experiencias al límite, transformaremos mentalidades", explica.

Y para evocar esta filosofía, no hay mejor embajadora que Luna Bijl, la modelo neerlandesa con alma de diosa que se ha convertido en la chica dorada de Paco Rabanne. Su look metálico y deslumbrante, su mirada intensa y el glamour que derrocha hacen gala de su puesto dentro del Top 50 de maniquíes dentro del mundo de la moda. Además, le encanta el motocross, una pasión que aprendió de su abuelo y, más tarde, de su padre, y el kickboxing. Es enérgica, escultural y la personificación pura de los valores de este perfume de Paco Rabanne.

Tan solo el nombre de este lanzamiento ya nos adelanta qué vamos a experimentar al probarlo: la calidez, la energía polifacética, el poder superior y la fortaleza que poseen todas las mujeres divinas en las que nosotras también nos convertiremos si apostamos por él. Está creado para la belleza, para esos días en los que te apetezca sentirte diosa y derrochar tu independencia, fuerza y valentía.

Inspirada en una pradera florida y reluciente bajo el sol del mediodía, la perfumista Anne Flipo quiso dar a esta creación el brillo cítrico con la piel de mandarina y naranja, siempre ligadas a la alegría. Además, las notas más agudas, hechas con flor de cananga, blancas y gardenia simbolizan la pureza y la dulzura. Todo ello está rematado con musgo de roble, árbol que simboliza la fortaleza y terminará por convertirte en invencible.

“La mujer Olympéa es una diosa y yo elegí como su símbolo una fragancia de armonía solar, intensa. Luego añadí una pincelada mineral, como puente entre tierra y cielo”, explica. Y precisamente este perfume también está comprometido con el planeta, pues es vegano y está compuesto por un 90% de ingredientes de origen natural. Y sí, la botella en la que viene presentada es demasiado bonita, decorada con una corona de laurel sobre follaje verde, como si de una estrella se tratara.

Así es el nuevo lanzamiento con el que Paco Rabanne demuestra que ha sabido reinventarse y adaptar a los nuevos tiempos uno de sus perfumes más icónicos, con el objetivo de implicarlo en el presente más rabioso.