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La jara, conocida por sus bellas flores, es muy importante en perfumería, pues de ella se obtiene el ládano, una resina muy aromática. De sus tallos se obtiene también un preciado aceite esencial cuyo aroma transporta al verano.
Este aceite esencial, de propiedades regeneradoras y antiarrugas, tiene diferentes usos en aromaterapia, aunque sobre todo se usa para el cuidado de la piel.
La jara (Cistus ladaniferus) pertenece a la familia de las cistaceaes. Es una planta arbustiva de hojas perennes que puede alcanzar hasta 2 metros de altura. Las hojas son de color verde intenso y el tallo presenta tonalidades rojizas.
Tanto la hoja como el tallo están cubiertos una sustancia resinosa muy pegajosa y aromática que protege la planta de los rayos UV y de la deshidratación. De esta goma-resina se extrae el preciado ládano usado en perfumería.
El fruto tiene forma de cápsula (cistus viene del griego kistus que significa "cápsula" o "caja"). Las semillas son liberadas únicamente bajo la influencia del calor intenso o del fuego (la jara es una planta pirrófita).
La jara florece al inicio de la primavera. Sus bonitas flores blancas lucen unas manchas de color púrpura parecidas a una llama. También existe una subespecie, Cistus ladanifer ssp albinus, con flores totalmente blancas.
La planta crece desde el nivel del mar hasta unos 1.500 metros de altitud. Abunda en Extremadura, Andalucía, la región de Ávila y Cáceres, así como en Portugal. También crece en Marruecos, Argelia, en el sur de Francia y en Canarias.
El aceite esencial de jara se obtiene de los tallos más jóvenes de la planta durante los meses de verano. Se destila la planta fresca o seca, y el proceso de destilación tarda unas 3 horas.
El aroma puede variar según el lugar de procedencia. Generalmente se describe como algo medicinal al inicio, dejando paso luego a aspectos más resinosos, cálidos, profundos, especiados y balsámicos. Predominan las notas de ámbar y cuero con toque herbáceo.
El aceite esencial de jara es particularmente apreciado por sus extraordinarias propiedades regeneradoras y antiedad:
Se utiliza principalmente por vía tópica.
Por sus propiedades regeneradoras, cicatrizantes y antihemorrágicas, el aceite esencial de jara resultará muy útil por vía tópica en las siguientes situaciones:
El aceite esencial de jara es un antiedad o antiarrugas altamente eficaz, que según un estudio publicado en Molecules previene el envejecimiento de la piel actuando sobre las mitocondrias.
Úsalo mezclado con una combinación de aceites vegetales muy antioxidantes o nutritivos como, por ejemplo:
Rellena un frasco con los aceites elegidos y añade un 2% del volumen total de aceite esencial de jara (para 15 ml pondremos, por ejemplo, 7 gotas de aceite esencial en total).
Aplica 3 o 4 gotas de la mezcla en el rostro por la mañana y por la noche.
El aceite esencial de jara es uno de los mejores aceites esenciales para favorecer la cicatrización de heridas, incluso las más difíciles. Para ello, usaremos el aceite esencial diluido con aceite vegetal de rosa mosqueta y/o con oleato de centella asiática y de hipérico.
En un frasco con gotero de 15 ml mezclamos:
Se aplican unas gotas en la zona afectada, 3 veces por día.
El aceite esencial de jara es capaz de cortar un sangrado en cuestión de segundos.
El aceite esencial de jara es de gran ayuda para regular el flujo durante la menstruación. Para aprovechar este beneficio:
El aceite esencial de jara no tiene contraindicaciones, siempre que se respeten las dosificaciones e indicaciones de uso.
La palabra "jara" viene del árabe sa’ râ y significa "matorral". Se conocen diversos usos de la planta, sean estos para fines medicinales o en perfumería. El uso del ládano como perfume se conoce desde la antigüedad. En Persia, Creta y en Egipto se usaba para fabricar inciensos.
La goma-resina de jara entraba en la composición de los ungüentos usados en Egipto para el embalsamamiento, y el ládano es mencionado en varias ocasiones en la Biblia.
La planta se usó también por sus propiedades sedantes, antigastrálgicas y revulsivas. También se recomendaba para la tosferina, para la tos, para tratar heridas, hernias y fracturas.
En Creta usan el ládano para tratar enfermedades infecciosas, bronquitis, artritis, diarrea y enfermedades infantiles. También lo usaban para fines algo más "mágicos" las comadronas, que recogían la oleorresina en secreto impidiendo que los hombres pudieran tocarlo y lo usaban para tratar a los recién nacidos, recomendándoselo a las madres para que lo escondieran en la ropa de su bebé, o para usarlo en caso de resfriado frotándolo en las sienes y el pecho.
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