Rioja o Ribera del Duero: ¿quién tiene mejores vinos?

2022-08-12 10:18:30 By : Ms. Jill Ye

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La eterna pregunta por fin tiene respuesta. Y, además, te damos referencias imprescindibles de ambas Denominaciones de Origen.

Con este supuesto dilema mi jefatura en Esquire se ve que quiere ponerme en un brete. Pobres, ellos creen que esta es una dicotomía irresoluble, o que decantarme por una DO en concreto me supondrá un estigma.

Son así de cabrones, pero esta vez les ha salido mal la jugada ya que cualquier amante del vino con algo de perspectiva, y sensatez, sabe que DOCa Rioja no es ya que sea superior, en cuanto a calidad, a DO Ribera del Duero, es que es superior a cualquier otra con la que la queramos comparar. De hecho, la única competición posible sería a través de una especie de enfrentamiento All Star en el que Rioja se midiera al resto de España. Ahí si la cosa se pondría tensa, mientras tanto olvidaros.

Siento profundamente si estoy hiriendo los sentimientos de algún militante de la Ribera del Duero, pero es de miopes no ver que en Rioja hay muchos más proyectos de vino de clase mundial que en Ribera.

Porque ese es mi argumento, claro, pienso que el único posible, yo comparo regiones por el nivel de excelencia que pueden dar.

Obviamente en Rioja hay vinos muy malos, como en todos lados, pero yo no estoy para decidir estas cuestiones atendiendo al mínimo común denominador si no al contrario. Me fijo en los referentes.

En eso DOCa Rioja es imbatible, sin pensar mucho me asaltan como 50 bodegas de nivelazo, eso no lo tiene ninguna otra DO de este país. Ni rozarlo vamos.

Pues ya está, resuelto ¿no? Más claro y concluyente no puedo ser.

Pero bueno como esto me ha quedado un poco corto voy a elaborar un pódium de ambas zonas en donde sí que os digo que habría competición e incluso, va en gustos, podría vencer la Ribera del Duero.

Esta vez voy con megavinos, me da igual que ya estén agotados, si jugamos a comparar pepinazos es lo que hay. Hoy venimos teóricos, didácticos y nada prácticos.

Podría decirse, que, ahora mismo, estos son mis tres vinos favoritos de la DOCa Rioja:

Aquí indican que tienen una botella, pero ya os avanzo que seguramente no sea así.

Tengo que confesar que, a mí, esta referencia, que siempre había probado en el momento de su lanzamiento, no me parecía para tanto, estaba bueno, obvio, pero como otros.

Fue en la nochevieja de este año cuando descorché un 2015 que me impresionó como pocas veces lo ha hecho un vino.

Fijaos si estaba bueno, que aún lo recuerdo perfectamente a pesar de la merla con la que acabé ese día.

Mi 2022 comenzó con una resaca estratosférica tanto por intensidad como por precio.

Rioja Alta, Gran Reserva, 890, 2010. 130 euros.

Ya lo he señalado en textos anteriores, para mí el 890 Gran Reserva es un monumento líquido, es patrimonio de la humanidad de un tipo de vino, un saber hacer, que no se puede perder.

El absoluto referente del clasicismo del barrio de la estación de Haro.

Sin duda, uno de los grandes vinos del mundo.

Viña Tondonia Blanco, Gran Reserva, 2001. Agotado.

Aquí se viene el primer agotado de la selección.

Lo blanco y rosado de Bodegas López Heredia está sufriendo los efectos de una histeria colectiva que ha provocado que cualquiera de estos vinos se agote en cuestión de semanas, pero lo del Gran Reserva ya escapa a toda lógica.

A pesar de que no hablamos de un precio de salida asequible, 125 euros, su presencia en las tiendas no dura ni 24 horas.

Ahora si queréis probar uno toca acceder a los mercados secundarios o pedirlo en un restaurante que lo tenga.

La experiencia no creo que os salga por menos de 250 euros.

Llega el momento de mis favoritos de la DO Ribera del Duero:

Vega Sicilia, ÚNICO, Reserva Especial. 479 euros.

Elaborado a través del ensamblaje de tres añadas diferentes, a saber, 2008, 2009 y 2010, posiblemente sea el mejor tinto de este país. Desde luego es el que a mi más me gusta y eso que no es tan blockbuster como el ÚNICO de una sola añada.

Se ve que a los seres humanos les distorsiona eso de que un vino se componga de tres años diferentes. Curioso.

Si ya somos raros de por sí, imaginad las manías que puede llegar a tener alguien que no sabe de vino.

Como pasaba con el 890, para mí el Reserva de Hacienda Monasterio es el depositario del acervo ribereño.

Se que la Ribera del Duero son muchos territorios, suelos y temperaturas. Por ejemplo, poco tiene que ver la parte soriana con la vallisoletana, pero el caso es que si tuviera que pensar en un representante que aunara todo lo mejor de cada subzona de la DO, ahí estaría esta referencia.

Sería una especie de monstruo de Frankenstein (que es el doctor, no la criatura) pero en guapo. En pibonazo.

Lo tiene todo, todo el rato.

Quinta Milú, Valdevicente, 2018. Agotado.

Uno de los mayores underdog de este país. Una etiqueta que sale por unos 25 euros y se ha convertido en un unicornio.

Posiblemente el tinto de este país que mejor conjuga fluidez con complejidad.

La leyenda dice que el 2019 es tan bueno que su elaborador, German Blanco, lo va a guardar un tiempo para que se afine en la botella, buscando el tinto absoluto, siendo entonces la siguiente añada a la venta la 2021 que estará en las tiendas más de culto a partir de noviembre.

Ya sabiéndolo no se os puede escapar.